El cierre racional

El cierre que tenía sentido

No fue rendición: fue honestidad intelectual. Como quien construye modelos de riesgo para fintechs cripto, respeto que Christine dejó atrás el ego y escuchó los datos.

El anuncio llegó como una bomba silenciosa: sin alharacas, solo claridad. Y en horas, explicó su razonamiento en X — no como propaganda, sino como un post-mortem de una fundadora que finalmente vio la cuenta.

Estructuras de costes que queman capital

Imagina esto: cada vez que alguien recargaba su U-card con USDT en Infini, tres costes invisibles golpeaban los libros — ninguno pagado por el usuario.

Primero: KYT (Conoce tu transacción). Para no ser etiquetados como facilitadores de lavado, Infini debía revisar cada operación con el motor de riesgo de Cobo. No es gratis. Por transacción.

Segundo: KYC (Conoce a tu cliente). Sumsub cobraba por verificación — incluso si fallaba.

Tercero: tarifas de infraestructura para tarjetas. Visa/Mastercard no son organizaciones benéficas; cobran cuotas mensuales y entre 1–1,5% por conversión cambiaria en cada compra.

Y aquí está lo clave: Infini absorbía todos estos costes para mantener precios bajos y experiencia fluida. Sin cargos extra al usuario = cero margen.

El mito de la rentabilidad en pagos cripto

Christine lo dijo mejor: «No ganábamos dinero; quemábamos efectivo».

Muchos piensan que las U-cards son como billeteras digitales con branding elegante. Pero la complejidad operativa es más cercana a gestionar un intercambio con soporte al cliente ²⁴⁄₇ y equipos de cumplimiento alerta todo el tiempo.

Sin embargo, a diferencia de los intercambios que ganan comisiones y servicios de custodia, las U-cards generan ninguna fuente sostenible de ingresos salvo subir precios — algo que arruina su propósito original.

Aquí fallan muchas startups: persiguen idealismo sobre economía real.

Por qué los grandes ganan donde las startups fracasan

Coinbase y Bybit siguen lanzando tarjetas porque no buscan ganar dinero directamente con ellas — las usan como herramientas de retención. Una tarjeta con recompensas en BTC mantiene a los usuarios dentro del ecosistema más tiempo que cualquier newsletter.

Pero Infini no tenía volumen masivo ni red beneficiosa. Solo operaciones puras sin elasticidad ingresos. Este desequilibrio era insostenible antes incluso del impacto regulatorio.

De grilletes centralizados a visionarios descentralizados?

Pero hay algo más profundo: La verdadera razón no fue solo costo — fue alineación con valores centrales.* Christine no se va del pago cripto; pivota hacia lo que debería ser: Pagar directamente con stablecoins — sin puente bancario, sin intermediarios, sin demoras >5 segundos, costo = solo la comisión gas, esistencia a la censura integrada.

The “momento iPhone” para pagos cripto no es cuando pasas tu tarjeta en Starbucks… es cuando envías USDC para pagar el alquiler o un café sin convertir nada primero.*

La visión es clara: superar soluciones temporales tipo rails tradicionales y abrazar soluciones verdaderamente nativas — algo ahora llamado “arquitectura cripto-first” por Infini.* The equipo ya prototipa estas ideas bajo secreto.*

The cambio desde puertas bloqueadas por CeFi hacia rails descentralizados no es solo técnico — es filosófico.* The misión sigue igual: hacer cripto usable en la vida real, pero sin sacrificar sus principios.*

The hecho de haber sido transparente tras perder $1 millón por robo el año pasado? Esa integridad es rara y valiosa.* Devolvieron dinero personalmente a usuarios,*con fondos corporativos,porque reputación importa en Web3. No se trata solo de sobrevivir… se trata de construir confianza duradera más allá de modas,*y esa mentalidad eventualmente triunfará.